WATCH THIS! Boletín ONG #11: ”Prueba equitativa del clima y fomento del desarrollo sostenible – NAMA para el sector de energía en Georgia”

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El proyecto NAMA en Georgia es un buen ejemplo de refuerzo de la participación de la sociedad civil y de la adopción de un enfoque con perspectiva de género destinado a destacar los retos de la pobreza energética en el medio rural, la explotación forestal no duradera y las emisiones de CO2. La fase experimental mostró hasta qué punto la participación de las mujeres y de los hombres, la planificación de proyectos, el refuerzo de las capacidades y su aplicación son esenciales a la durabilidad y a las inversiones locales de las NAMA.

Las comunidades locales en zonas rurales de Georgia sufren de pobreza severa en materia de energía y luchan con el abastecimiento de calor y del agua caliente para las necesidades de los hogares. Generalmente, solo un cuarto es calentado por una estufa, que también se utiliza para cocinar y calentar el agua. Todos los hogares dependen de la madera como fuente de energía y gastan algún 30 % de su renta en energía. Debido a esta dependencia a la madera, 6.500 Ha. de bosques desaparecen en consecuencia de la explotación forestal no duradera cada año. Esto es en gran parte responsable de las catástrofes medioambientales, que afectan mayoritariamente a las poblaciones pobres, dependientes de los recursos naturales para vivir.

La recogida de la leña y la calefacción del agua constituyen una carga que soportan principalmente las mujeres, que se ocupan de las necesidades fundamentales de los hogares. Aunque pasan mucho de su tiempo a esta, no pueden cubrir sus necesidades de energía. Por otra parte, la contaminación que generan las estufas dentro de los hogares es responsable de problemas de salud.

Para afrontar de manera concreta estos retos, los hombres y las mujeres de las comunidades rurales se movilizan, sostenidos por una coalición de ONG, para establecer un NAMA (Medida de atenuación conveniente a nivel nacional) que puede garantizar el acceso a una fuente de energía segura y asequible. La fase experimental, lanzada hace 7 años por las comunidades locales, constituía una buena base para la aplicación de un NAMA para las cuestiones de igualdad de los sexos. Este NAMA pretende reforzar las organizaciones de la sociedad civil con el fin de promover actividades destinadas a reducir los cambios climáticos.
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El proyecto prevé la instalación de 10.000 estufas de bajo consumo energético y 10.000 calentadores de agua solares en 5 zonas rurales en Georgia. Este proyecto permitirá a 20.000 familias acceder a fuentes de energía renovable asequibles y a sistemas de bajo consumo energético. De esta manera, podrán ahorrar dinero en calefacción (agua y casa) y aumentar su calidad de vida y su comodidad. El proyecto permitirá no sólo reducir los impactos negativos en el medio ambiente, sino también reforzar el componente social.

Desde el punto de vista medioambiental, la NAMA contribuirá a reducir el consumo de leña, lo que permitirá ahorrar más de 1.000 Ha. de bosque cada año. La utilización de estufas de bajo consumo energético implicará una disminución de mitad del consumo de energía, y los calentadores de agua solares proporcionarán agua caliente gratuita todo el año.

Desde el punto de vista social, el proyecto tiene por objeto limitar considerablemente la carga de los hombres, pero sobre todo de las mujeres, reduciendo sus necesidades de agua caliente, y en consecuencia las cantidades de madera que deben cortar y transportar. Las ONG reforzaron las capacidades de las mujeres y hombres locales que participan en el proyecto. Las mujeres se ocupan principalmente de supervisar y conservar las ventajas del desarrollo sostenible, mientras que los hombres se aprovechan, para la mayoría, a la construcción y a la instalación de tecnologías.

En la fase experimental, las mujeres no sólo se ocuparon de los procesos de aplicación, sino que hicieron también la promoción de las ventajas de las tecnologías renovables al lado de otras comunidades para sensibilizar a aún más personas. Se convirtieron en las embajadoras de las mejores prácticas, y están dispuestas a compartir su experiencia para ayudar a otras mujeres.

Globalmente, la experiencia a largo plazo de la fase experimental muestra hasta qué punto un proceso inclusivo y ascendente en el cual la paridad se respeta contribuye a lograr los objetivos de desarrollo sostenible de las zonas locales y a garantizar la toma en mano a nivel local. Al facilitar la aplicación de un NAMA elaborada por la comunidad, las necesidades reales de los hombres y mujeres podrán definirse claramente y abordarse eficazmente.

¿Que son las NAMA?

Elaboradas al origen en el marco del plan de acción de Bali en 2007, las NAMA (Medidas de atenuación convenientes al nivel nacional) son medidas nacionales, que los países en desarrollo establecen en el marco de su compromiso a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero y a promover el desarrollo sostenible a nivel nacional. Dado que las NAMA deben adaptarse al contexto nacional, pueden contemplar un objetivo nacional o sectorial gracias a la instauración de programas, normas, políticas, reglamentaciones, incentivos financieros o medidas en el marco de un proyecto. Tienen por objeto promover no sólo las medidas de atenuación, sino también la adaptación de las comunidades a los cambios climáticos. La CMNUCC distingue las NAMA que van a establecerse gracias a un apoyo internacional (tecnología, financiación y construcción de las capacidades, por ejemplo) y las que benefician de un apoyo nacional.


Anna Samwel
Coordinadora regional Cáucaso – 
Women in Europe for a Common Future (WECF)

WECF nama article - jpegWECF es una red internacional de mas de 150 organizaciones para las mujeres, el medio ambiente y la salud ofreciendo a las mujeres un mundo justo, sano y sostenible

 


Para más amplia información sobre este proyecto, puede contactar a Anna Samwel: [email protected]


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